El libro es un recurso fundamental para el conocimiento y es, además, una fuente de placer, casi un oasis en la vida diaria. Sin duda que está bien que tenga su día... pero ¿cómo deberíamos festejarlo?
En el sitio web el ojo fisgón pide a editores, libreros y formadores de opinión en el ámbito cultural una breve lista de los libros que cada uno de ellos regalaría en esta fecha.
Es una buena idea. Otras que serían posibles y proponemos (pero solo para enterarnos de las ideas de ustedes) son:
Que en este día...
- Las editoriales y librerías regalen libros (uno por persona y, por qué no, que sean usados);
- Se entregue el Nobel de literatura;
- Se disponga un feriado nacional y que haya maratones de lectura, representaciones teatrales y cuentacuentos en sitios públicos en lo que sería un gran festival colectivo. Y que los escritores salgan a la vida a hablar de qué es escribir, qué los lleva a hacerlo, qué les gusta leer a ellos, qué están produciendo ahora…;
- Todo lector que se precie de tal regale un libro de su colección a otro, en una presumible cadena recíproca de regalos;
- Quienes lo deseen dejen libros en lugares públicos para que otro, un prójimo, se encuentre con él en lo que podría ser una cita predestinada (esto se hizo en la práctica en algunas ciudades).
Extraido de http://www.librosenred.com/